La historia de la ciudad de
Quito se
remonta a épocas anteriores a la era cristiana. Se sabe
que el área hoy ocupada por Quito estuvo poblada por lo
menos desde el año 900 a. de C. En épocas
preincaicas la importancia de Quito se basaba más en su
ubicación estratégica que en su status
político. Fue centro de unión de las rutas entre
los principales poblados de la zona y por lo tanto era el eje de
un intenso intercambio comercial.
Para los incas, esta
región parece haber tenido una importancia análoga.
Caranqui, por ejemplo, fue un centro urbano de mayor importancia
política y
administrativa que Quito. De hecho, se han encontrado pocos
restos arqueológicos que demuestren una ocupación
inca significativa.
La conquista inca del área ocupada por el actual
Ecuador fue
iniciada por Topa Inca Yupanqui, hijo de Pachacutec, el fundador
del imperio. Y, fue Huayna Capac, hijo del primero, el primer
inca que estableció su residencia en tierras ecuatorianas
en Tomebamba, la actual Cuenca.
Su hijo Atahualpa nace en Quito, producto de la
unión de su padre con una mujer de la
nobleza caranqui.
En el momento de la llegada de los españoles al
Tahuantinsuyo, el imperio inca se encontraba en plena guerra civil
provocada por la pugna de poder entre
Atahualpa y su hermano Huascar. El primero defendía su
hegemonía desde Quito, el segundo desde Cuzco. Atahualpa
resultó vencedor e hizo asesinar a su hermano. Quito se
convierte en la capital del
Tahuantinsuyo. Sin embargo, en 1533 Atahualpa fue capturado y
asesinado por los españoles.
La conquista española de los Andes
septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de que
en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. Se forman dos
expediciones en su búsqueda: la de Pedro de Alvarado, a
través de la cordillera occidental, y la de
Sebastián de Benalcázar. Fue este último el
que consiguió llegar primero y quien el 6 de diciembre de
1534 fundó la ciudad de San Francisco de Quito.
La urbe fue establecida con aproximadamente doscientos
habitantes. Inmediatamente se señalaron los límites,
se estableció el cabildo, se repartieron solares y se
delimitaron áreas comunales.
La fundación de la ciudad en este sitio parece
haber respondido más que nada a razones
estratégicas. A pesar de su topografía accidentada, su ubicación
en una meseta presentaba ventajas sobre los valles
aledaños, más propicios para el desarrollo
urbano. Este último factor fue también el que
primó en la determinación del lugar por parte de
los pueblos aborígenes.
Quito es una de las más antiguas capitales de
Sudamérica y mantiene muchos aspectos de su pasado
colonial. La ciudad se extiende siguiendo un trazado rectangular,
con una gran plaza central, calles empinadas y parques tranquilos
con jardines llenos de flores.
La arquitectura es
fundamentalmente de estilo barroco
hispánico; destacan la catedral, construida en el siglo
XVI, y las iglesias de San Francisco, San
Agustín, La Compañía y Santo Domingo.
Quito es sede de la Universidad
Central de Ecuador, de la Universidad Católica Pontificia
de Ecuador y de la Escuela
Politécnica Nacional.
La ubicación de Quito fue establecida en el
primer milenio de nuestra era y fue la capital fortificada de
sucesivos grupos nativos,
como los quitús. En 1487 fue anexionada por los incas,
constituyendo la residencia habitual del emperador Huayna
Cápac. En 1534 fue conquistada por Sebastián de
Belalcázar, lugarteniente de Francisco Pizarro, que la
refundó con el nombre de San Francisco de
Quito.
En 1822 proclamó la independencia
de España
el general Antonio José de Sucre. Quito se
convirtió en el principal centro económico del
país hasta principios del
siglo XX, cuando fue reemplazada por la pujante Guayaquil. La
ciudad sufrió varios terremotos
durante el siglo XIX. En 1978 fue declarada Patrimonio
cultural de la Humanidad como ejemplo eminente de ciudad colonial
española. Población (2001), 1.399.814
habitantes.
Entre la leyenda aparece la imagen de la
ciudad, en la noche de los tiempos, cuando el diluvio universal
acabó con gran parte de la vida en la tierra; el
mítico Quitumbe y su compañera Llira fueron los
únicos sobrevivientes del desastre, al haberse refugiado
en el volcán Pichincha.
Cuando descendieron las aguas, Quitumbe bajo a celebrar
la continuidad de la vida, en las faldas del volcán, donde
se asienta Quito, a darle nombre y forma al lugar que los dioses
le brindaron para prolongar la vida; de su prole nació el
linaje que gobernaría al naciente pueblo Quitu.
Mucho tiempo
después, los Incas, desde el sur, buscaron Quito, el sitio
del sol; es así como tras largos años de
sangrientos enfrentamientos se unieron los territorios de Quito
al Tahuantinsuyo.
El Inca quiteño Atahualpa, hijo de las
espléndidas civilizaciones del norte y del sur de la
América
austral, heredó la mitad del Tahuantinsuyo, pero su
hermano Huáscar no lo toleró; le entabló una
sangrienta guerra que dejó por vencedor a
Atahualpa.
Se cerró con la victoria de Atahualpa el
capítulo antiguo de la historia ecuatoriana; pero las
profecías vaticinaban el comienzo de un nuevo tiempo,
donde toda la civilización lograda durante largo tiempo se
vería conmocionada por la llegada de unos
extranjeros.
La nube de la tragedia se acercaba a las costas
ecuatoriales, los invasores-conquistadores habían
escuchado de las riquezas de estas tierras y venían
dispuestos a poseerlas a como de lugar.
La ciudad es única por su topografía,
cultura y
urbanismo. Situado al sur de la línea equinoccial en las
faldas del cerro Atacazo, del volcán Guagua Pichincha y
del macizo del Rucu Pichincha, Quito se despeña desde los
2.850 m. de altura a los valles más abrigados de Los
Chillos y Tumbaco luego de trepar las suaves colinas orientales
paralelas a esos montes parcialmente ceñidas por el
río Machángara, estos accidentes
albergan a dos Quitos contrapuestos: el que serpentea a lo largo
de 35 km. solo interrumpidos por el Panecillo o Yavirac,
cúspide de una antigua reventazón del volcán
y el de los valles orientales. Bañada por una pluviosidad
anual de 500 a 2000mm, la semihúmeda ciudad unas veces
tirita y otras goza con una temperatura
media de 16 grados.
Cuando soplan los vientos y calienta un sol
inmisericorde, la clarísima luz de su
atmósfera
permite contemplar un paisaje centellante por |las nieves
perpetuas de sus seis mágicas montañas. En los
días de invierno, la ciudad invadida por la niebla del
páramo se torna fantasmal y se unimisma en su soledad de
frío y de misterio.
El misterio se extiende a los orígenes de Quito. Entre el
1500 a.C. y el 500 a.C. floreció la poco conocida cultura
Cotocollao. Mil años después, el discutido Reino de
Quito formado por una confederación de pueblos indios se
había opuesto al avance de los incas.
Hoy se habla, más bien, de una zona preincaica
habitada por diversos señoríos étnicos y
estructurada en núcleos de articulación
jerarquizados, el más importante de los cuales fue el
actual centro de Quito.
A comienzos del siglo XVI, los incas del Cuzco ocuparon
ese emplazamiento aborigen. Allí habían probablem
ente establecido un centro administrativo para controlar los
territorios equinocciales incorporados a su imperio y
habrían construido edificaciones religiosas y
militares.
Cuando el quiteño Atahualpa enfrentaba a Huascar
por el control del
Tahuantinsuyo, aparecieron los españoles comandados por
Francisco Pizarro. Vencido Atahualpa en Cajamarca,
Sebastián de Benalcázar avanzó hasta Quito.
Lo halló incendiando por mano de Rumiñahui,
cabecilla de la resistencia. Con
este gesto heróico se cerró una etapa de la
historia de la región. Benalcázar estableció
la nueva ciudad de San Francisco de Quito el 6 de diciembre de
1534. Dos meses antes, la ciudad había sido fundada por
Diego de Almagro al sur del actual emplazamiento.
Siete años después Francisco de Orellana,
partiendo de Quito en busca del país de la canela,
descubría el Amazonas. Veintiún años
más tarde, Felipe II creó la Real Audiencia de
Quito. Su jurisdicción abarcaba una superficie cinco veces
mayor que la de la actual República del Ecuador, por todo
este pasado se considera a Quito como "El Núcleo de la
Nacionalidad
Ecuatoriana" La ciudad colonial se cubrió de gloria
gracias al esplendor de su arte, al adelanto
de su cultura, a su afán misionero y al amor por la
libertad.
Enriquecida por la explotación minera y la
producción textil, pudo construir templos
barrocos y mudéjares adaptados con originalidad al
ambiente local
y los ornamentó con gran profusión de pinturas y
tallas que forman un mundo mágico, de innegable valor
didáctico religioso. Fue la época de la afamada
Escuela Quiteña, obra del mestizaje indio y español.
Por este despliegue de genio se llama a Quito "Relicario
del Arte en América". Los geodésicos franceses del
sistema decimal
introdujeron en Quito el espíritu racionalista moderno y
usaron la magnífica biblioteca de la
Universidad Jesuita de San Gregorio. Quito alimentó la
extraordinaria empresa de las
misiones de Jaén y Mainas.
En Quito nació y vivió Mariana de
Jesús, santa y patriota. De Quito salió el
más ilustre e ilustrado de los precursores de la
independencia americana, el mestizo Francisco Javier de Santa
Cruz y Espejo. Quito volvió a brillar en la década
heroica que se inicia en 1809.
Adelantada al resto de la América
española, proclamó su independencia, la
fecundó con la sangre de sus
hijos martirizados el 2 de Agosto de 1810, la defendió en
las campañas de 1812 y ofreció el baluarte de su
montaña sagrada para sellar la independencia de la actual
República. Por estas primicias de libertad Quito es
llamado "Luz de América". Quito, capital de la nueva
República, ha mantenido su espíritu rebelde hasta
nuestros días.
Lo prueban el asesinato de Gabriel García Moreno,
el tirano ilustrado, primer paso hacia la Revolución
Liberal; la Revolución Juliana de 1925 para rescatar
el estado de
manos de la plutocracia bancaria; la figura de José
María Velasco Ibarra, campeón de la libertad de
sufragio; la
comprensión con que la mayoría del pueblo
quiteño ha acogido las reivindicaciones de los pueblos
indios y el desenfado de sus agudos grafiteros.
Con la llegada de los españoles se produjo el
sincretismo que ha dado origen a la cultura del actual Ecuador:
las expresiones culturales aborígenes se cubrieron de las
formas europeas.
Con el mestizaje desapareció la religión aborigen,
pero elementos como la concepción del tiempo, ciertas
formas idiomáticas, tradiciones culinarias, etc., se
conservan, dando evidencia de la importancia de su
presencia.
Quito fue fundada nuevamente por los españoles
sobre las ruinas de la ciudad aborigen. Con el auspicio de las
ordenes religiosas se levantó San Francisco de Quito, cuya
expresión artística alcanzó un gran nivel
con el transcurso de los años, llegando a su máxima
expresión en la Escuela Quiteña.
Relicario del arte en América fue uno de
los términos que identificaron a Quito, en una
época; también se asoció a la ciudad con las
grandes orbes del arte -el París chiquito, le
decían- poniendo de manifiesto el temperamento
artístico de la ciudad.
Origen y significado de
algunos barrios y lugares populares
quiteños
Panorámica de Quito y El Panecillo (1904)
El Panecillo.- Los incas lo llamaron
Ñahuira (a la manera de Pucará, Guachalá,
Changalá, Machalá) que quiere decir el lunar, el
grano asentado. Después, los primitivos españoles
le pusieron el nombre de Cerro Gordo, en el sentido de su
redondez, y los posteriores españoles le denominaron El
Panecillo, pequeño pan.
La Loma Grande y Chiquita.- Porque son dorsos de
lomas cubiertas de calles y de casas.
La Tola.- Por el cerro que semeja una sepultura
(tola) de los antiguos Quitwas.
La Chilena.- Por una bella chiquilla que vivía
mucho tiempo atrás en ese barrio y privó a los
quiteños vecinos.
La Ronda.- Por ser una calle muy estrecha, igual
a Las Rondas de España.
La Guaragua.- Quiere decir en idioma aborigen 'lugar
pintoresco, tachonado de estrellas'.
Túnel de la Paz.- Porque allí era el remate
de la gran obra del denominado 'Carretero del Sur' ejecutado por
García Moreno. Con el designio de que constituye un lazo
de paz en el Ecuador.
El Mesón.- Porque allí
existían los primeros mesones o posadas u hoteles de los primitivos
españoles.
El Cucurucho de San Agustín.- Porque
alrededor de los viejos muros del convento de San Agustín
se levantaban unas largas pirámides o estribos de
piedra.
Santa Prisca.- Se llama así el barrio donde
están situados el parque de La Alameda y sus vecindades,
porque allí exactamente se peleó lo más
reñido de la Batalla de Iñaquito, en enero de 1546,
entre el rebelde Gonzalo Pizarro y el virrey del Perú,
Blasco Núñez de Vela.
La Pólvora.- Esta era una casa situada en
las faldas occidentales del Panecillo y construida por los
españoles de la Colonia para usar como arsenal militar.
Alrededor de la edificación se formó un barrio con
ese nombre.
El Cebollar.- Porque allí se plantó la
primera huerta de cebollas en 1534.
El Tejar.- Porque allí se instaló
el primer tejar en 1534.
Plaza Marín.- Porque a fines del siglo XIX
el doctor Francisco Andrade Marín, mediante una
suscripción pública entre vecinos, rellenó
una temible quebrada que había allí, llamada de la
Plaza de Armas,
practicando un atrevido socavón. La placeta debió
llamarse 'Placeta Municipal', pero el público mismo
consagró el nombre conocido.
La Recoleta.- Porque allí tenían
los frailes dominicos una recolección o sucursal de su
Convento Mayor.
Tomado de la extensa obra del Dr. Luciano Andrade
Marín.
Una descripción antañona
"… Tiene 200 cuadras de tierra y en
ella 15 calles a lo largo y al través, todas
transversales, y 7 plazas porque el oriente y el poniente
atraviesan la ciudad al sesgo, de esquina a esquina; y los mismos
septentrional y mediodía… Hay edificadas hasta 2.500
casas de una y otra parte… Unos edificios de cal y canto, otros
de adobes de tierra, con buen enmaderamiento cubiertos con teja
colorada, que esto, junto con las torres de la Catedral,
conventos y Compañía de Jesús, ejidos y
montes, la hacen grandiosa y populosa, de las mayores de este
Reino, que si estuviera plantada desde su principio en campo
llano, fuera muy extendida y no tan apretada como al presente lo
está, por ser la planta armada y metida entre 4 cerros
grandes, encimados, cuyos desaguaderos y corrientes… bajan a la
misma ciudad y pasan por las cavas y quebradas de ella, con que
la tienen limpia y sin basura…
Finalmente, es ciudad que merece justamente este
nombre".
Fechas magnas de
la memoria
quiteña
14 de marzo de 1541: Se firma en Talavera,
España, la Orden Real que concede el título de
Ciudad a Quito, junto con su respectivo Escudo de
Armas.
14 de febrero de 1556: Se expide en Valladolid,
España, la Carta Real que
la designa como Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Francisco de
Quito.
24 de septiembre de 1830: El Primer Congreso
Constituyente Ecuatoriano reunido en Riobamba bajo la presidencia
del Dr. José Fernández Salvador la declara Capital
de la República del Ecuador.
17 de mayo de 1944: Por Ordenanza Municipal se
crea el pabellón o bandera de la Ciudad de
Quito.
8 de septiembre de 1978: La Unesco (Organización de las Naciones Unidas
para la
Educación, la Ciencia y
la Cultura) la declara Patrimonio Cultural de la
Humanidad.
28 de mayo de 1990: El Concejo Cantonal, por
Ordenanza Nº 2776, fija el nuevo límite de la ciudad
considerado como Distrito Metropolitano.
11 de noviembre de 1993: El Plenario de las
Comisiones Legislativas Permanentes del Congreso Nacional aprueba
para el cantón Quito el régimen
político-administrativo de Distrito
Metropolitano.
3 de diciembre de 1993: Por Ordenanza Municipal
Nº 3058 se divide el territorio del Distrito en cuatro zonas
metropolitanas.
20 de noviembre de 1998: La
Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) le
reconoce y la distingue con el título de Plaza Mayor de la
Cultura Iberoamericana.
Un antiguo y testimonial mapa de San Francisco de Quito,
elaborado por Ascarai-Herrera en el siglo XVIII. La reproducción del documento corresponde al
Servicio
Geográfico Militar de nuestro país.
Quito, ciudad que se encuentra entre lo
contemporáneo y lo colonial, Distrito Metropolitano y
capital de la República del Ecuador, es una
metrópoli que día a día se construye, donde
la estructura
moderna se funde con la heredad mestiza y colonial, en la que
residentes nacionales y visitantes extranjeros encuentran siempre
un lugar para trabajar, disfrutar y recordar.
Situada en la cordillera de los Andes a 2 800 metros
sobre el nivel del mar, ocupa una meseta de 12 000
kilómetros cuadrados.
Su temperatura ambiental oscila entre 10 y 25 grados
centígrados (50 y 77 grados fahrenheit), con grandes
contrastes climáticos que se presentan durante el
transcurso de un mismo día que permiten gozar a los
quiteños y a sus huéspedes de las cuatro
"estaciones" del año las veinticuatro horas, como si se
tratase de una eterna primavera.
Además, la ciudad está rodeada de los
volcanes
Pichincha, Cotopaxi, Antizana y Cayambe, que conforman un
contorno andino majestuoso.
Centro
Histórico.- La Catedral de Quito ubicada en la Plaza
Grande
Quito, colmada de significados que la identifican y
definen, ocupa laderas o baja a los valles, serpentea a
través de callejones y se abre en amplias avenidas;
zigzaguea, sorteando colinas y quebradas.
Por esta belleza física, sus
tradiciones, rincones de misticismo y leyendas
vigentes, es considerada "Relicario del Arte en América".
Estas fueron las características principales para que, en
noviembre de 1978, Quito fuera declarada por la UNESCO
"Patrimonio Cultural de la Humanidad".
Erigida sobre las ruinas de un antiguo centro aborigen
de los indios shyris y fundada por los españoles el seis
de diciembre de 1534, Quito está dividida en tres zonas
definidas por su intrincada geografía y que se
caracterizan por sus contrastes arquitectónicos y
particularidades culturales.
Norte de Quito.-
Avenida González Suárez
En el norte se ubica el Quito moderno, donde se erigen
grandes estructuras
urbanas y comerciales; el centro o Quito antiguo reúne el
legado colonial y artístico y ofrece un ambiente
cautivador cuando se desarrollan procesiones religiosas y
eventos
culturales; en el sector sur se puede ubicar núcleos de
expresión juvenil, que impulsan nuevas formas de cultura e
interacción social.
Además, Quito está atravesada de norte a
sur, en el imaginario urbano, por una nueva columna vertebral que
la caracteriza: el "trole" (Sistema Integrado de Transporte
Trolebús) que ha modificado y agilitado todo el sistema de
comunicación que tiene el
distrito.
La ciudad, en los últimos años, ha
estado sujeta
a un gran cambio
urbanístico que la extendió hacia el norte, sur,
los Valles de Tumbaco (hacia el nor oriente) y Los Chillos (en el
sur oriente); esto ha permitido un notable crecimiento
económico y poblacional que ha generado avances en la
industria,
economía,
comercio y
hotelería,
pero además ha configurado nuevos actores y nuevas
demandas sociales. Esto exigió del gobierno local
una reorganización geográfica, administrativa y de
conducción gubernamental de la ciudad.
En la urbe coexisten hoy cerca de dos millones de
habitantes dentro de 65 parroquias metropolitanas centrales y
suburbanas, que la han elegido como su sitio de residencia,
haciendo de La Carita de Dios una ciudad donde se aprecia la
diversidad social que conforma el país.
Los principales monumentos de Quito son:
Ubicada en un sitio estratégico del Centro
Histórico de la ciudad y ubicada frente a edificaciones
históricas como el Palacio de Carondelet, sede del
Gobierno, la Catedral principal y frente al Palacio
Municipal.
En el centro de la plaza se encuentra el monumento a la
Independencia el cual le da el nombre a la plaza.
Ubicada en la latitud 0°0'0".
Convertida en una réplica del Quito colonial que
ofrece al turista diversas atracciones, museos,
artesanías, gallera, plaza de toros, donde se llevan a
cabo una variedad de fiestas populares.
Se encuentra en la Colina del Panecillo y posee
una espléndida vista tanto del Centro Histórico de
la ciudad como de la parte norte y sur de la misma.
En sus alrededores se pueden encontrar varias tiendas de
artesanías y recuerdos sobre la ciudad.
Quito se modernizó con el auspicio del
petróleo. Situada la ciudad a un tiro de
cordillera de los pozos petrolíferos del nororiente
ecuatoriano, se convirtió en la capital petrolera y en el
segundo centro bancario y financiero del país.
Su modernidad se
aprecia en la arquitectura del norte de la ciudad. Hacia la mitad
del siglo el espacio urbano estaba ya socialmente estratificado.
Al sur, la estación del ferrocarril atrajo la industria y
esta al mundo obrero y a una escasa clase
media.
En la década de 1930, las clases altas del centro de la
ciudad se desplazaron al norte. Surgieron barrios residenciales
dentro del esquema de " ciudad jardín". Los espacios del
centro fueron ocupados por migrantes de las provincias vecinas.
La parte antigua de la ciudad pudo por consiguiente, conservar su
traza original y su arquitectura colonial enriquecida con los
nuevos aportes de los siglos XIX y XX.
Esto llevó a la UNESCO a declarar a Quito como un
bien perteneciente al Patrimonio Cultural de la Humanidad. Desde
hace seis años, el Municipio de Quito ha emprendido en un
plan de
salvamento arquitectónico y social del Centro
Histórico. En 1950 era una ciudad de apenas 210 mil
habitantes. En 40 años creció casi cinco veces,
pues el censo de 1990 le dio un mil habitantes. A fin de siglo,
con una tasa de natalidad de 3.0% de mortalidad de 35 por mil y
una migraciones anuales de 14 mil personas, Quito llegará
al millón y medio.
La población de Quito es joven, casi la mitad
tiene menos de 20 años. Dos de cada cien quiteños y
cinco de cada cien quiteñas son analfabetos. En Quito
está la mayor concentración de universidades y
escuelas politécnicas del país tanto estatales como
privadas. Los quiteños mueren principalmente de enfermedades del aparato
respiratorio, de afecciones peri natales, de
circulación pulmonar y de accidentes de tránsito.
Un poco más de la mitad de los quiteños son
económicamente activos.
De cada cien quiteños activos 23 trabajan en transporte,
artes gráficas, tratamiento de madera,
fabricación de alimentos y
bebidas, tabaco,
cartón, papel y textiles; 15 como profesionales y
técnicos; 13 en comercio y ventas al por
mayor y menor; 11 como zapateros, ebanistas, mecánicos,
electricistas, relojeros y operadores de radio y televisión
y el resto como empleados públicos y bancarios.
Una de cada cuatro mujeres activas trabaja en servicios
hoteleros, domésticos, bares, lavanderías y
peluquerías. Una de cada cinco es comerciante y vendedora
y una de cada seis labora en tareas administrativas. El resto, en
la burocracia
estatal y privada. De la población no activa, el 21 %
estudia. Cerca dela mitad de quiteños vive en vivienda
alquilada, prácticamente todos tienen acceso a la electricidad,
más del 70% a agua potable y
alcantarillado y 39% a teléfono.
Quito es la capital del turismo ecuatoriano. A
más del Centro Histórico con sus monumentos
bellamente iluminados, están los alrededores
turísticos y el gran rectángulo comprendido entre
las avenidas Patria, Naciones Unidas, Diez de Agosto y Doce de
Octubre.
Allí se concentran comercio, vida nocturna,
galerías de arte, museos, cafés, restaurantes,
finanzas,
banca y empresas de
turismo con paquetes de visita a Cuenca y Galápagos, dos
de los atractivos turísticos más buscados del
país. Quito es también el mayor centro cultural del
Ecuador. Las Artes Plásticas son su fuertes, seguidas por
la producción literaria y las ciencias
sociales.
Todas las noches de días laborables hay varios
actos culturales. Las mejores librerías generales y
especializadas están en Quito. Sus diarios principales
pesan en la vida del Estado y de la sociedad civil
por sus editoriales y caricaturas.
También la cultura popular se expresa en los
barrios quiteños en diferentes manifestaciones a lo largo
del año y en particular en el mes de Agosto y en la fiesta
de la fundación española de la ciudad. Entonces se
rememoran las tradicionales leyendas coloniales que dieron
atmósfera al Centro Histórico. Es conocido el humor
quiteño hecho de juegos de
palabras, alusiones culturales y agudo sentido de lo
paradójico de las apariencias. El comportamiento
de los quiteños es barroco: amable en la superficie y
pronto a empeñar su palabra; reservado y difícil de
intimar en el fondo. En el carácter quiteño se refleja el
capricho del clima: sol y
niebla se superpone y anulan.
A pocos kilómetros de Quito, se puede descubrir
nevados, monumentos, ruinas arqueológicas, mercados
autóctonos, artesanías y aventuras
inolvidables.
Desde el norte del Ecuador existen varios paraderos
turísticos, lagos y varios atractivos como El Chota,
Otavalo, El Lago de San Pablo, Las Ruinas de Cochasquí, El
Lago de Cuicocha, entre otros que en su trayecto le
ofrecerán paisajes diferentes. Pero si su destino conduce
al sur del país podrá disfrutar toda la
serranía ecuatoriana por la "Avenida de los Volcanes",
donde podrá apreciar al Cotopaxi uno de los volcanes
activos más grandes del mundo, el Papá Chimborazo
uno de los nevados más altos de América
Latina con, Las Ruinas de Ingapirca y mucho más.
Siguiendo por esta ruta y si prefiere el mar y la playa a pocas
horas de Quito se encuentran las playas de Esmeraldas (Atacames,
Sua, Same, Mompiche) y Manabí (Bahía de
Caráquez, Manta, San Lorenzo, Puerto López) Por el
lado Oriental desde Quito, la aventura y el misterio de la
naturaleza del
oriente ecuatoriano le dan la bienvenida con la Reserva
Ecológica más grande del mundo, la
Amazonía.
- http://www.vistazo.com/quito2003/chiva.htm
- http://www.trolebus.gov.ec/secciones/troleTour.html
- http://www.quito.gov.ec/ciudad/c_pres_ciudad1.htm
- http://www.redcientifica.com/pdf/doc200511240040.pdf
- http://www.turisvision.com/viajes/receptivo/quito.htm
-
http://library.thinkquest.org/C007345F/spanish/introduccion.htm - http://www.visit-cuador.com/portal/modules/icontent/index.php?page=31
Luis Fernando Shuguli
5to "C" Ciencias
Sociales
Colegio Experimental
Carlos Zambrano
07 / Junio / 2006
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